Vivir en Armonía

Si algunas personas no quieren hacer el esfuerzo de estar en armonía con los demás, es porque temen ser absorbidas por la comunidad. No, cada persona es un individuo separado, pero mientras mantienen su propio carácter, su manera particular de ser, deben trabajar por la unidad. Mira las células del cuerpo: no son idénticas y no cumplen las mismas funciones. Una célula del corazón no es una célula del estómago; cada una conserva su naturaleza individual. Pero las similitudes y conexiones entre ellas crean un estado de armonía que llamamos salud. 

¿Es esto tan difícil de entender? No tenemos que pedirle a una persona negra que se vuelva blanca, a un musulmán o budista que se convierta en cristiano. En el pasado, el cristianismo envió misioneros para convertir a personas de todo el mundo, ¡y con qué consecuencias violentas y trágicas! Todos los creyentes, al igual que todos los seres humanos, deben mantener sus características particulares, sus diferencias, pero al mismo tiempo establecer vínculos fraternales, a través de los cuales crean unidad.

Pensamientos Cotidianos del día 30 de marzo 2014